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Pronunciamiento público de Fun Gun Sua
en el marco del Primer Encuentro del agua y la cultura campesina
SUMA - PAZ PARA TODOS


Llevado a cabo en San Juan de Sumapaz, en Abril 19 de 2008


POR LA VIDA, POR EL AGUA Y POR LA TIERRA,
POR EL RECONOCIMIENTO DEL AGUA COMO ORIGEN DE VIDA Y PRINCIPIO DE ORDENAMIENTO DEL TERRITORIO,
POR LA DEFENSA DEL PÁRAMO DE SUMAPAZ,
POR LA DEFENSA DE LA VIDA, HONRA Y BIENES DE LOS CAMPESINOS,
POR EL DERECHO A VIVIR EN LA REGIÓN DE SUMAPAZ,
POR EL DERECHO A NO TENER MIEDO


Nosotros, los campesinos y campesinas de la región del Sumapaz, en conjunto con las autoridades indígenas, representantes de diversas etnias, y con organizaciones locales, distritales y nacionales, ante la importancia del agua, como fuente de vida para las poblaciones humanas y todos los seres vivos del planeta, nos dirigimos a todas las comunidades del país, y del mundo, a las instancias gubernamentales del distrito y de la nación, a los cuerpos legislativos y las organizaciones, mundiales preocupadas por el destino del agua.


MANIFESTAMOS QUE:


1. Compartimos la visión de nuestros hermanos indígenas, en el sentido que somos de agua y somos de alimento, que habitamos en el seno del agua, y que por ello debemos saber y aprender a amarla. Entendemos también que el agua debe ser el principio ordenador del territorio y de la vida, más aun tratándose del Páramo más grande de la Tierra.


2. Los campesinos y campesinas de Sumapaz, Fun Gun Sua, hemos habitado y defendido este territorio desde hace décadas, y asumimos la defensa del páramo porque vivimos y somos parte de él, y tenemos el legítimo derecho a gobernar nuestros territorios y nuestras vidas. Así, la defensa del Páramo pasa necesariamente por la defensa de los derechos a la vida, honra, los bienes de la población aquí asentada y a no sentir miedo de habitar nuestro territorio, ante la amenaza de agentes externos a la región.


3. Recalcamos la necesidad de fortalecer la unidad, la solidaridad y la articulación entre los individuos, los grupos sociales y las instituciones que comprendemos al agua como un bien común, para el disfrute de todos y no unos pocos mercaderes, que bajo el disfraz del desarrollo no desean otra cosa que apoderarse de este recurso vital para la humanidad, por eso hacemos un llamado a la movilización general de la población, sin distingos de credos ni ideologías en procura de la protección y distribución equitativa de este bien común.


4. Creemos en la obligación de restablecer la memoria ancestral y tradicional, así como los saberes populares, extendiéndolos a los ámbitos escolares y la sociedad urbana. Reconocemos en la unidad y las luchas popular el alimento con el cual se nutrieron y se nutren grandes batallas por el sagrado derecho a la posesión de la Tierra para quienes la trabajan, por la reforma agraria integral, la justicia social y la salida política al conflicto social y armado que vive el país, como elemento fundamental que ha de llevar a la paz duradera.


5. Entendemos perfectamente que tenemos derechos, y que tenemos deberes en torno al cuidado ambiental como parte de la estrategia para la protección del agua. Por esa razón, ratificamos nuestro indeclinable compromiso de proteger el ecosistema de páramo, mejorando para ello la calidad de la agricultura, haciéndola cada vez más limpia, apropiando nuestros saberes tradicionales y el uso de semillas y técnicas de cultivo no contaminantes, rechazando tajantemente las semillas transgénicas, el uso de plantas alimenticias para la producción de biocombustibles y la estrangulación de la economía campesina en manos de la transnacionalización, a través de proyectos y megaproyectos inconsultos con las comunidades que son dueñas legítimas de los recursos.


6. Como resultado de lo anterior, proponemos que Bogotá sea declarada como capital mundial del agua, en honor a que en su territorio se encuentra el páramo más extenso del planeta y que genera ingentes volúmenes de agua, que satisfacen las necesidades de los seres vivos, en buena parte del territorio del país y del continente. Enarbolamos la bandera de convertir al páramo en un símbolo para la construcción de un movimiento intercultural de conciencia por la vida.


7. Sabemos la preponderancia de la parte rural de Bogotá y, por lo tanto, proponemos la soberanía alimentaria mediante la apropiación de semillas nativas como la quinua y el maíz.


ACOMPAÑAN
ALCALDÍA SUMAPAZ LOCALIDAD 20 D.C., ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS - ASCAI, AUTORIDADES INDÍGENAS DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA, PUEBLO MUISCA, SEYKIWIA ARTE PARA LA TIERRA, FUNDACIÓN TERRA NOVA.

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